En sus comienzos, Depeche Mode era una banda
convencional lidera por el sonido de la guitarra, pero a
partir del ingreso del cantante David Gahan se metieron
de lleno en la onda tecno. Su disco debut apareció en
Octubre de 1981, e inmediatamente se caracterizaron por
sus personales canciones de estructura pop arregladas
con muchos toques de teclados y basadas en un ritmo
marcado por baterías indudablemente electrónicas. Los
temas, en su mayoría compuestos por Vince Clark, eran
efectivos, pero no mostraban todo el potencial de la
banda, que recién se vislumbró cuando Clark se fue del
grupo para formar Yazoo, siendo Martin Gore el encargado
de reemplazarlo como compositor principal y el recién
ingresado Alan Wilder el complemento ideal para los
teclados de Gore y Andrew Fletcher. Depeche Mode tomó su
forma y sonido actual, pleno de texturas de los
diferentes sintetizadores y con el típico bombo
machacante de batería digital.
Le principal figura del grupo, entonces, es Alan Wilder,
quien toca el piano desde chico y trabaja en estudios de
grabación como asistente desde que terminó la
secundaria. Pero luego de un tiempo se dio cuenta que
pasaba más tiempo tocando los sintetizadores que
operando la mesa de control, así que dejó el trabajo y
se puso a tocar en una serie de bandas subtes de
Londres, hasta encontrarse sin un mísero centavo.
"Ahí fue cuando miré una revista de música", cuenta,
"y me encontré con un aviso de un conjunto que
buscaba un nuevo tecladista". La banda era Depeche
Mode, que estaba por salir de gira y tomaron pruebas
donde era fundamental conocer todo el repertorio de la
banda. Y aunque a Wilder realmente no le gustaba lo que
hacían, aprendió los temas en tiempo record, dio la
prueba y de los 20 postulantes que había, lo tomaron. A
partir de ese momento, Wilder pasó a cantar y tocar en
la banda.
Con sus dos discos anteriores, "Some Great Reward" y "Black
Celebration", Depeche Mode no logró demostrar que la
música tecno podía gustar al público que habitualmente
consume pop, sino también que -irónicamente- son
prácticamente los únicos en respetar una serie de
axiomas propios del tecno más tradicional, como no
apelar a bateristas "humanos", no mostrar virtuosismos
por medio de ningún tipo de solos, y cantar con una vos
dura y sin falsetes. Y lo más impactante es la forma en
que se presentan en vivo con David Gahan contando con un
micrófono inalámbrico sobre una tarima especial por
encima de los tres tecladistas, cada uno de ellos
provistos de dos teclados, un micrófono para los coros y
un extraño artefacto con tubos desde donde accionan los
sonidos de batería.
Eso si, los muchachos son susceptibles a que se los
describa como "una banda de tecladistas", y enseguida
responden que "No es así. Trabajamos dentro de los
límites prácticos de lo que sabemos hacer, y eso
generalmente tiende a imbolucrar teclados. Pero no
tenemos problemas alguno en usar guitarras o cualquier
otro sonido. Incluso no es nada extraño que los emulemos
por medio de algún sintetizador o sampler, en lugar de
tocarlos directamente, porque nos resulta más facil para
las presentaciones en vivo. Martin, por ejemplo, compone
con una guitarra, asó que lo único que hacemos es
adaptar eso a los teclados. Queremos mantener la parte
visual del show sólo con teclados y baterías
electronicas, porque actualmente no hay muchas bandas
así. Es simplemente para diferenciarnos de los demás".
MÚSICA PARA LAS MASAS
Y ahora llegó la consagración definitiva, con el LP "Muscis
for the masses", editado en el exterior hace seis meses
y que por suerte contará con una versión nacional. Eso
si, quedaron en el camino un par de gemas que se
incluían en las ediciones importadas de cassette y
compact-disc. Pero, de todas formas, Depeche Mode estará
en las bateas y radios nacionales, gracias al tema de
difusión "No me defraudes otra vez" y las demás
composiciones de la placa: Las cosas que dijiste, Amor
extraño, Sagrado, Quinceañera, Detrás del volante, Te
quiero ahora, Casarme, Nada y Pimpf. ¿Cómo? Si, Pimpf.
A disfrutar, pues.
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